Luca Schwarzbauer — UCI MTB World Champs
El ciclismo de montaña de pista corta se disputa en el punto de ebullición. En el límite, ya en números rojos, elegir cuándo utilizar los valiosos vatios extra de potencia puede definir la carrera. Los corredores sólo tienen una oportunidad. Un ataque decidido para ir a fondo, a todo gas. Es un juego de espera a toda velocidad. Una apuesta, un lanzamiento desesperado de los dados, que puede desbordarse fácilmente. Las decisiones que se toman en una fracción de segundo deben ser calculadas a la perfección. "Miro mi Garmin y pienso: 'Mierda, sólo llevamos un cuarto de carrera'. Y no sabes cómo sobrevivir los próximos 15 minutos". - Luca Schwarzbauer nos adentra en el intenso mundo de las carreras de bicicleta de montaña en pista corta.
"Al principio son 10 minutos de supervivencia en los que intentas gestionar tu esfuerzo, ahorrar energía, hacer daño a los demás si es necesario. Y los últimos 3 minutos son de espera para el ataque final. Me gusta aumentar la velocidad antes de llegar al sprint final. Y luego, cuando todo el mundo está cansado, ir un poco más rápido. Y aquí es donde realmente creo que el Bicarb System puede ayudarte: a conseguir ese poquito de potencia extra".
"Antes de la salida doy dos o tres vueltas al circuito. Como la carrera es directa desde el pistoletazo de salida, necesitas saber cómo es el circuito y si es diferente al de la semana anterior. Tal vez tome algunas curvas a velocidad de carrera, sólo para tener una buena sensación. Es importante saber lo rápido que puedes entrar en una curva y, por ejemplo, lo pronto que puedes volver a pisar los pedales".
"Seguro que estaba muy enfadado. Más enfadado de lo que debería haber estado. Pero ya sabes cómo eres, con la adrenalina y todo eso. Me pregunté: '¿Por qué has hecho eso? Si no puedes ganarme en la subida, ¿por qué lo haces en la última curva? Sobre todo cuando aún nos quedaba el sprint final, donde podrías haber demostrado tu fuerza'. Era obvio que si dos personas entraban en esa curva una al lado de la otra, una de ellas se caería. Pero puedo entenderlo, ve una oportunidad y va a por ella".
"Ahora mismo me siento como si tuviera jetlag, aunque sólo haya una hora de diferencia. Siempre pasa lo mismo con los Mundiales: llegas al máximo físicamente, pero también mentalmente. Y luego, cuando la presión disminuye, es normal sentirse así".
No siempre está en tus manos. Luca corrió durante 20 minutos a una potencia media normalizada de casi 500 vatios. Tercer puesto en la última curva y a la vista de la meta: una medalla casi al alcance de la mano. Tom Pidcock se lanzó en picado y los dos corredores se encontraron en una curva sinuosa. Y Luca se fue al suelo.
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