El Maratón de Londres toca a la gente. Enciende una chispa. Un chico local, inspirado al ver a los atletas terminar frente al Palacio de Buckingham, ha recorrido un largo camino. Ahora es una inspiración para la próxima generación, él hizo aceptable creer, soñar a lo grande. Así que estuvo bien que Londres fuera el lugar donde Sir Mo Farah se ataría los zapatos de maratón por última vez. Nada que demostrar, solo una oportunidad de retribuir a las multitudes de su ciudad natal.
"La afición local realmente te apoya. Puedes sentirlo, te levanta. Y el domingo estoy seguro de que la multitud me dará un gran impulso. si estoy pasando por una mala racha, en algún momento me alentarán, me animarán y me ayudarán a superarlo".
"Para mí no hay nada que demostrar. Se trata de dar lo mejor de ti y salir a divertirte. No hay mejor lugar para hacerlo que en mi propia ciudad, donde crecí. Donde hice historia".
"Cada maratón que haces es siempre diferente. Nadie te diría que un maratón es igual a otro. Algunos días, de repente, no te sientes bien, pero lo superas. Y en ciertos puntos te golpea, quizás en el medio. Pero, de nuevo, aprendes de ello".
"El maratón ha avanzado en los últimos diez años. Mucho, es increíble, de verdad. Te motiva y muestra que el deporte está avanzando, que la gente está mejorando, más fuerte. La tecnología realmente se ha desarrollado; bebidas energéticas y estrategias de fuel son mucho mejores. Ha mejorado mucho el enfoque en lo que los atletas realmente necesitan.
"Tengo la suerte de haber estado en el deporte durante mucho tiempo y he visto y experimentado mucho. Cometí errores en las carreras al principio de mi carrera, pero esos errores me ayudaron a aprender y convertirme en un mejor atleta". Así que para todos los jóvenes sigan haciéndolo, sigan disfrutándolo, sigan creyendo en ustedes mismos y manténganse dispuestos a aprender.
Gracias por todo, Mo.
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